Cada vez que salgo fuera, aprecio más la Tierra que me ha visto crecer…
Y es que razón creo que no me falta al decir que he nacido y crecido en una Tierra que para mi… ¡lo tiene TODO!
Mi amada Euskal Herria, Euskadi para algunos, Basque Country para cada vez más gente; pues desde hace ya unos añitos, estamos abiertos a un mundo que estuvo cerrado durante mucho tiempo… El turismo que se ha generado en los últimos años a raíz de muchos acontecimientos, nos ha dado la posibilidad de mostrar todos los encantos de los que poseemos.
Hoy en día somos conocidos por tener uno de los Museos más famosos del Mundo, el Guggenheim de Bilbao; la que dicen que es la mejor playa del Mundo… La Concha de Donostia; una tierra de vinos sin igual, La Rioja Alavesa; la «Fiesta» por excelencia, los San Fermines… Películas como «8 Apellidos Vascos» o series como «Juego de Tronos» han demostrado que los vascos gozamos de un humor que nadie se imaginaba y una Tierra llena de secretos maravillosos como San Juan de Gaztelugatxe, Urdaibai, Getaria, el Valle del Baztan, etc… Podría estar horas nombrando lugares de ensueño.
Pero yo he crecido en otra Euskadi que hoy en día esta un poco más olvidada. Mis primeros recuerdos son de cientos de grúas y containers oxidados al borde de una ría que desprendía un olorcito nada agradable… Un Bilbao que empezaba a salir de un mundo industrial que le había elevado a lo más alto de Europa en sus años dorados, o mejor dicho en sus años de Hierro, pues de las minas del Valle de Trapaga extraía un hierro que se utilizó en media Europa.
No recuerdo por mi mismo, pero si por boca de mi aita, el haber estado en el Puente de Deusto, justo cuando una Gloriosa «Gabarra» llena de los mejores de la historia del Athletic surcaba la ría para celebrar los triunfos de Liga y Copa.
Me acuerdo vagamente de los paseos que dábamos mi aita, mi hermana y yo por los parque de Bilbao cuando aita volvía de navegar. El arenal, el Parque de Doña Casilda, el Parque de Etxebarria, el Museo de Bellas Artes… les tengo un cariño especial gracias a estos momentos.
Los veranos en Mundaka me llenan la mente de recuerdos tan bonitos como tristes pues cuando eres pequeño el Mundo siempre parece más grande de lo que percibimos y a veces, uno disfruta con las pequeñas cosas más que con aquellas con las que «deberíamos» de haber disfrutado. Recuerdos dulces y amargos al mismo tiempo. Urdaibai siempre estará en mi corazón, pero el mundo comienza donde uno quiere y para mi, el mío comienza aquí…
Ir a Elantxobe en «Madalenas» toda la familia en la txalupa del tío León o subir a San Pedro Atxarre cargados de mochilas llenas de bocadillos, me recuerdan que en la infancia todo es tan frágil como fuerte. Todo lo que amamos, se rompe tan facilmente que no nos damos cuenta hasta que nos hacemos mayores… y fuertes.
Amuma nos esperaba en la Atalaya de Mundaka con la merienda cuando no parábamos de dar vueltas con la bici por todo el pueblo y se enfadaba cuando llegaba con un chichón en la cabeza o los pantalones rotos de arrastrarme por todas partes.
Cuando empecé a dar mis primeras pedaladas, conocí una tierra diferente, llena de carreteras que me llevaban a lugares que ni imaginaba; esa costa interminable llena de playas, acantilados y pueblos espectaculares; las montañas con más misterios que haya conocido nunca, el Bosque de Oma, Elizondo y sus misterios, el Balcón de Bizkaia…
Mi Tierra es una tierra repleta de Mitología, historias y seres fantásticos que protegen nuestra naturaleza y a nuestra gente. Nuestra reina, mora en la montaña de Anboto y Basajaun protege los bosques de los aquellos que quieren perturbar su paz.
Mi memoria es tan pobre que mis recuerdos, se convierten en sombras de un pasado lleno de mucho amor, por una familia que me enseñó a amar mi tierra, hablar nuestro idioma y respetar a los de fuera.
Cuando te vas lejos de tu tierra, piensas en todo lo que vas a conocer, hacer o a quien vas a conocer. ¡Tenemos todo un mundo para disfrutar! Pero echas un ojo atrás y… ¿que ves? Yo veo mi Tierra, mis RAICES, mi Euskal Herria querida, Urdaibai, el lugar que me ha visto crecer…
[…] Mi Tierra […]
Me gustaMe gusta
[…] Mi Tierra […]
Me gustaMe gusta